En el año 2003, toda Europa se escandalizó por unas declaraciones de Umberto Bossi, entonces líder del partido italiano Lega Nord y ministro de las Reformas en el Gobierno de Berlusconi, sobre cómo tratar a los inmigrantes que llegaban a Italia por mar. “Quiero sentir el rumor de los cañones. Los clandestinos tienen que ser expulsados por las buenas o por las malas. A la segunda o tercera advertencia, ¡pum!…, dispara el cañón”. Once años después hemos avanzado bastante, ya que hemos pasado de la bravuconería a la acción y ya ponemos en práctica las sugerencias del filofascista italiano.