Se hace saber que, a partir de hoy, quedan prohibidas las inauguraciones de cosas varias tan queridas por nuestros políticos.
Ya estamos oficialmente en campaña electoral. A partir de ahora, el que quiera montar actos de propaganda, deberá proceder como se ha hecho de toda la vida de dios. Pagándolos de su bolsillo, o pidiéndoselo en negro a algún empresario a cambio de futuras adjudicaciones.
Dispérsense.
Etiquetas: Inauguraciones, Políticos
marzo 31, 2011 en 12:55 pm |
Querido Marcos: demasiadas inauguraciones de nada; aeropuertos sin aviones, lineas de tren soterradas sin vías ni tren, polideportivos donde sólo están las paredes de fuera, un chorro de agua, una carretera por construir….
La locura es lo que no se inaugura porque está ya inmersa en las profundidades de estos políticos corruptos, mentirosos y que han conseguido desvirtuar la cosa pública ante los ojos de una gran parte de la ciudadanía.
Va a costar recuperar la sensatez y que la gente pueda discernir entre unas formas de hacer política destina al bien público y otras, cuyo único fin único es el enriquecimiento propio.
Por cierto, ¿sabes algo de Rafael Fernando? Estoy preocupada por la ausencia de sus artículos.
Un abrazo.